Una de las herramientas que podemos usar para hacer llegar a los padres lo que estamos haciendo son sus hijos. Quién mejor para contarles lo que estamos haciendo que ellos mismos. Para ello os voy a contar un truquillo que estoy usando con mis alumnos.
Siempre tenemos el eterno problema de hacer llegar a los padres los controles y que los padres los firmen pues allá va mi recetita. Dale un valor de puntos de experiencia al control por ejemplo 500 puntos sería un 10 y explícales a los alumnos que si traen el control firmado se llevarán dichos puntos de experiencia en la gamificación. Con ello cumples dos objetivos: uno que los alumnos se enfrenten a una situación difícil si no han sacado una calificación adecuada de hablar con sus padres y enfrentarse a esa situación es necesario para aprender a gestionar conflictos. Puede favorecer la confianza entre los padres y el alumno (si está bien dirigido). Además les puedes animar a repetir el control para obtener los puntos que necesitaban. Los alumnos pueden contar en casa que eso de los puntos, enseñarles el juego y empezar a hacer fluir la comunicación sobre tu juego...
No es una receta mágica pero funciona.
PD: para medir si funciona es tan fácil como ver cuantos te lo han entregado y ver si los que no lo traen firmado son por despistes o porque les cueste enfrentarse a este tipo de situaciones.
Siempre tenemos el eterno problema de hacer llegar a los padres los controles y que los padres los firmen pues allá va mi recetita. Dale un valor de puntos de experiencia al control por ejemplo 500 puntos sería un 10 y explícales a los alumnos que si traen el control firmado se llevarán dichos puntos de experiencia en la gamificación. Con ello cumples dos objetivos: uno que los alumnos se enfrenten a una situación difícil si no han sacado una calificación adecuada de hablar con sus padres y enfrentarse a esa situación es necesario para aprender a gestionar conflictos. Puede favorecer la confianza entre los padres y el alumno (si está bien dirigido). Además les puedes animar a repetir el control para obtener los puntos que necesitaban. Los alumnos pueden contar en casa que eso de los puntos, enseñarles el juego y empezar a hacer fluir la comunicación sobre tu juego...
No es una receta mágica pero funciona.
PD: para medir si funciona es tan fácil como ver cuantos te lo han entregado y ver si los que no lo traen firmado son por despistes o porque les cueste enfrentarse a este tipo de situaciones.
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